Camping Pont du Gard

Situado entre Uzès, Nîmes y Aviñón, el Puente del Gard es el monumento de la antigüedad más visitado de Francia. Y es verlo y comprenderlo al instante: uno no puede sino quedarse boquiabierto ante esta obra maestra de la ingeniería de los romanos. Las cifras marean: 48 metros de altura, una triple fila de arcos superpuestos y más de una década de construcción. Desde su reacondicionamiento, el paraje ha recuperado su lado salvaje, lo cual aporta un encanto adicional a este lugar de por sí mágico. 

Para visitar este monumento y tantos otros de interés que atesora el Gard, su camping Sandaya es el campamento base ideal. Mobile-homes totalmente equipadas, espacio acuático, clubes infantiles gratuitos: ¡sus vacaciones en familia o entre amigos en el Gard serán una experiencia inolvidable!

Una excursión en familia al Puente del Gard será la ocasión perfecta par descubrirlo desde todos sus ángulos (o casi). A través del tiempo, para empezar, en el espacio “Ludo” reservado a los historiadores en ciernes. Este lugar ofrece multitud de actividades lúdicas para que los peques aprendan jugando. 

A continuación, sus pequeños campistas y usted podrán descubrirlo desde el agua durante un baño en el río, a los pies del puente. ¡Chapotear en el agua con este monumento declarado de interés por la UNESCO de telón de fondo particular no es algo que ocurra todos los días! Una salida en kayak será la guinda perfecta a una bonita jornada cargada de emociones.  

De la mano de su pareja, la visita al Puente del Gard se presenta romántica a más no poder. Disfrutará de lo lindo de cada instante con su media naranja en este entorno tan idílico, ¡no hacerlo se antoja imposible! Su día comenzará con una visita al museo. A través de reproducciones a una escala de 1 y ambientes virtuales, se sumergirá de lleno en la historia romana. 

Finalizada su sesión de aprendizaje de la antigüedad romana, dé un paseo por el campo siguiendo el sendero del acueducto: le esperan 3,5 km de paseo jalonado por numerosos miradores que ofrecen unas vistas preciosas a los alrededores. Y sepa usted que tras el esfuerzo llega la recompensa: una cena romántica con vistas al Puente del Gard, bañada por los colores del atardecer. So romantic!