Camping Playa de Raguenez

Si bien cuando uno piensa en Bretaña no se le vienen a la cabeza, al menos en un primer momento, aguas de color turquesa y arena fina y clara, ¡verá que la playa de Raguenez echa por tierra todas sus ideas preconcebidas! Con sus aguas cristalinas, su larga lengua de arena fina, sus pequeños acantilados tapizados de verdor y sus rocas bañadas por el agua, ¡la playa de Raguenez en Névez evoca aires polinesios!

A solo unos kilómetros de distancia, su camping Sandaya le deparará, también, no pocas sorpresas. Aquí, ¡el mar da paso a las piscinas cubiertas y climatizadas o exteriores del gran parque acuático! Tras deslizarse por los toboganes, póngase al sol del Finisterre durante un partido de petanca o de tenis, o un paseo a caballo. Los niños, por su parte, se lo pasarán en grande en el castillo hinchable o iniciándose en nuevas actividades en los miniclubes gratuitos. Tras una parada gastronómica para recuperar fuerzas en el restaurante del camping, los focos iluminarán el escenario: ¡llegó el momento de la fiesta! Porque con Sandaya, ¡las vacaciones también son sinónimo de celebración!

Quien dice estancia en Bretaña ¡dice sí o sí vacaciones con los pies a remojo! Los pequeños campistas no tendrán aquí un minuto que perder. Ataviados de tubo y gafas, toalla y bañador, se verán tentados a conquistar el litoral bretón. Primera parada: Névez Sud, donde les espera la preciosa playa de Raguenez, con su suave pendiente de acceso al mar. Con su arena blanca y sus aguas de color turquesa, ¡los niños no tendrán problemas para imaginarse viviendo apasionantes aventuras en algún paraje exótico!

¿Tienen ganas de más? Las playas de Trégunc o de Concarneau y la ensenada de Rospico, no lejos de Port Manec’h, son especialmente propicias a los baños en familia. ¿A qué espera para ponerse el bañador?

¿Los aires paradisíacos de la playa de Tahití alimentan sus ansias de evasión? ¡Largue amarras desde Névez y regálese una excursión romántica en uno de sus famosos veleros de tres mástiles!

Además del islote de Raguenez, al que podrá llegar a pie en la bajamar, el archipiélago bretón encierra no pocas perlas de belleza. Haga escala en el puerto de la isla Saint-Nicolas, reina de las islas Glénan, ¡donde apreciará nuevos tonos de azul que realzan la belleza del paisaje! Baños, dolce far niente y deportes náuticos formarán parte del programa del día. ¿Le apetece hacer senderismo? Recorra la isla y déjese embriagar por el delicioso perfume de su flor emblemática: ¡el famoso narciso de las islas Glénan!